Otra consecuencia importante del enredo molecular presente en los termoplásticos es su naturaleza amorfa, es decir, no cristalina: la disposición espacial de las cadenas, desordenada al azar, hace difícil la consecución del orden que exige la cristalinidad. Debido principalmente a las fuerzas intermoleculares, en algunos materiales termoplásticos este ordenamiento puede producirse, lo que confiere cierto grado de cristalinidad a la región donde se da. No obstante, debe tenerse en cuenta que debido a la debilidad de estas fuerzas y la dificultad de mover las largas cadenas, enredadas además, el mecanismo de ordenamiento es siempre poco eficiente. Los materiales que poseen esta cristalinidad parcial se denominan semicristalinos (o parcialmente cristalinos). La figura muestra (a la izquierda) la cristalinidad parcial de un material polimérico se caracteriza por un ordenamiento de las cadenas como consecuencia de las interacciones intermoleculares. A la derecha, se muestra la disposición de las cadenas moleculares en una celdilla unidad del polietileno.