El químico Alexander Boldyrev de la Universidad Estatal de Utah, junto con Iliya Getmanskii, Vitaliy Koval, Rusian Minyaev y Vladimir Minkin de la Universidad Federal del Sur en Rostov-on Don, en Rusia, han modelado, aún desde un ordenador, una reestructura del aluminio que lo tornaría tan ligero que incluso podría flotar en el agua.